Deserción escolar en mujeres, un problema de género vinculado con la educación
Tags: Feminismo Violencia de género Rezago educativo Mujer trabajadora Abandono escolar
.png)
La deserción escolar es un reto al cual el país aún se enfrenta. Datos del Programa Nacional para la Igualdad entre Hombres y Mujeres 2013-2018, señalan que la tasa de asistencia escolar de las mujeres de entre 16 y 18 años a la educación media superior es de 56.5 % y la de 19 a 24 años en la educación superior es de apenas 23.7 %. Las razones principales para este hecho, según el INEGI, son el embarazo no planeado o a edad temprana, matrimonio y cuidado a la pareja/hijos u otro miembro del entorno familiar, la falta de recursos económicos, necesidad de empleo, sufrir violencia (tanto al interior de la familia como en el exterior), una decisión personal o social, entre otros.
Deserción escolar en mujeres, un problema de cultura y sociedad
“Que alguien te humille o te diga que no puedes estudiar, si lo vas escuchando desde la infancia, te hace creer que es cierto, te hace dudar de tus capacidades y genera muchísima confusión e incertidumbre. Es violencia psicológica y emocional porque atenta contra tus emociones, tus sentimientos y tus capacidades, contra tu autoestima”, señaló Elvia González del Pliego, coordinadora del programa de Asuntos de Género en la Universidad Iberoamericana.
Para Verónica Pérez García, investigadora especializada en temas de educación y género de la organización Commenta Diálogos de Saberes, existe un doble discurso en la sociedad, puesto que por un lado se promueve públicamente que las mujeres participen y se inserten cada vez más en la actividad económica y académica del país, mientras que, por el otro lado, se normaliza la violencia de manera que ser mujer en el espacio público se convierte en una acción “crítica y cruda”.
Hay una doble moral, la institucional y la cotidiana. La cotidiana se sigue acentuando e implica la violencia en contra de cualquier mujer que quiera ser participe o se quiera involucrar. Así, se genera un traslado de lo que pasa en la sociedad y en las instituciones educativas, en gran medida esas violencias que se ejercen cotidianamente de manera velada y normalizada, por ejemplo con frases como ‘calladita te ves más bonita’ o el ‘estás en tus días’.
Te puede interesar: Voltear para atrás: las 4 olas del feminismo
Para las mujeres, las dificultades que les impiden acceder a este derecho están completamente vinculadas a una razón de género. La estructura social que ha determinado su rol como esposas, madres y cuidadoras frena su desempeño educativo. Según el Instituto de la Mujer, las mujeres dedican más tiempo que los hombres al trabajo de la casa, alcanzando alrededor de 39.7 horas a la semana de trabajo no remunerado en el hogar, mientras que los hombres tuvieron tan sólo 15.2 horas, destinando así más tiempo al estudio.
La Presidenta de la Comisión de Derechos Humanos de la Ciudad de México (CDHCM), Nashieli Ramírez Hernández, aseguró que la deserción laboral y académica de niñas y mujeres se ha incrementado en el contexto de la emergencia sanitaria, principalmente por los estereotipos de género, la normalización de las violencias y las desigualdades que enfrentan.
Datos duros en deserción laboral que no debemos ignorar
Sobre la deserción académica de las mujeres por COVID-19, señaló que según el Informe de Seguimiento de la Educación en el Mundo de la UNESCO, titulado “Una nueva generación: 25 años de esfuerzo por la igualdad de género en la educación”, las mujeres constituyen el 94% de la docencia en la enseñanza preescolar a nivel mundial, pero sólo el 43% en la educación terciaria o superior.
El estudio del aspecto de género es importante entre estos factores secundarios o entre aquellas variables que dependen de las aspiraciones de estudiantes y progenitores, de las redes de relaciones sociales, del apoyo de compañeras, profesores y profesoras, y de las experiencias con el saber y la escuela.
5 de cada 10 de mujeres profesionistas en México abandonaron sus estudios a partir del nacimiento de sus hijos, reveló una encuesta elaborada por la firma de recursos humanos, OCCMundial. El sondeo indicó que:
- 40% de las madres que abandonaron sus estudios fue por falta de dinero
- 26% por falta de tiempo
- 13% porque habían concluido sus estudios de licenciatura
- 8% por falta de apoyo de pareja o familia
- 3% por falta de interés
- 2% por falta de organización.
Por otra parte,
- 22% de las madres profesionistas continuó con sus estudios después de ser madres
- 19% siguieron en cuanto llevaron a sus hijos a la guardería o escuela
- 6% en cuanto sus hijos llegaron a la adolescencia
- 2% en el momento en que llegaron a la universidad o a trabajar.
De las mujeres que decidieron seguir estudiando, 43% lo hizo por su deseo y éxito personal, 42% por tener más oportunidades laborales, 12% por querer concluir estudios truncos y sólo 1% por solicitud en su área de trabajo.
El abandono escolar es una pérdida para el país, ya que mina la posibilidad de tener a personas mejor preparadas para atender las demandas de la sociedad actual.